Las terapias alternativas en nuestro tiempo
Hoy en día, muchas personas en todo el mundo están redescubriendo el valor de las llamadas terapias alternativas, nombre que se les ha puesto para englobarlas, sin embargo cada una tiene su propio nombre y lenguaje. En muchas partes del mundo, se han venido recuperando algunas técnicas ancestrales de sanación y se han creado otras disciplinas que ayudan, a quienes las toman, a sentir un estado de bienestar general. Esto debido a que muchas de ellas actúan sobre el estado emocional, otras sobre el cuerpo y otras más sobre ambos de forma integral, propiciando un todo sanador, incluso, podemos decir que hay terapias que permiten crear un entorno más saludable.
Las terapias alternativas son todas aquellas que no han sido creadas y probadas bajo un estricto rigor científico como la medicina alopata, es por ello que muchos médicos y terapeutas las consideran de bajo valor dentro del campo de las ciencias médicas reconocidas formalmente.
A pesar de ello, y ante las evidencias y los beneficios mostrados por quienes han utilizado algún tipo de terapia alternativa, otros grupos de la comunidad médica alópata o tradicional, las han integrado a su práctica bajo el nombre de medicina complementaria. Por supuesto, ellos no descartan utilizar los tratamientos formales ni los medicamentos de patente o probados en laboratorios reconocidos, lo que sí permiten es complementar ambos enfoques terapéuticos, siempre y cuando los componentes de las mismas o las técnicas utilizadas no se contrapongan o puedan causar algún tipo de daño al organismo del paciente, que agrave su estado de salud física o emocional.
Un caso de uso combinado de terapias alternativas con medicina científica es el que nos comparte Dan Fleitman en una entrevista publicada en sus redes sociales. El Doctor Fleitman nos comenta que él junto con médicos especialistas en cardiología llevaban un programa de atención a enfermos con males cardiacos en un centro cardiológico en el que incluyen los tratamientos de la medicina contemporánea y sesiones de Meditación Mindfulness. Gracias a esta conjunción, los resultados han sido muy favorables para los enfermos, y en quienes se han visto ampliados y acelerados los procesos de recuperación.
La variedad de terapias alternativas es amplia y pueden tener su origen en distintas partes del mundo, incluído nuestro país donde hemos desarrollado todo un conocimiento de la Herbolaria con sus propiedades medicinales y hemos aportado el Temazcal, cuya función es ayudar a las personas a limpiarse física y emocionalmente, a través de un ritual de origen prehispánico. Asimismo, las terapias alternativas pueden basarse en técnicas de sanación milenarias como el Ayurveda de la India, que tiene como objetivo la unificación de cuerpo, mente y espíritu, proclamando que la enfermedad y la salud son el resultado de la confluencia de estos tres aspectos de la existencia, o la Medicina Tradicional China, que incluye siete métodos de tratamiento, entre ellos la acupuntura, moxibustión, tai chi chuan y otros, que en su conjunto buscan el equilibrio espiritual, emocional, mental y físico.
Muchas personas piensan que las terapias alternativas solo tienen que ver con lo mágico o lo sagrado además de lo empírico y eso les causa cierta incertidumbre para decidirse a acercarse a ellas o no. Sin embargo, no podemos olvidar que los seres humanos tenemos un lado mágico en nuestra forma de ser, un lado espiritual que nos conecta con otras dimensiones y una esfera emocional, además de nuestras funciones mentales racionales y fisiológicas naturales, y todo eso, nos integra como una sola unidad en la que todas estas áreas interactúan entre sí y pueden influir en nuestro estado general de bienestar o de salud.
Conforme hemos ido entendiendo que, incluso un estado emocional positivo puede ayudar a nuestra salud y se ha comprobado en la práctica cotidiana, se han ido creando y enseñando otras terapias alternativas, un ejemplo muy conocido es la Risoterapia, que, al provocar risa genera endorfinas que elevan el sistema inmunológico de los enfermos y empiezan a tener un estado de alivio con mayor rapidez. Por ello, los hospitales de muchas partes del mundo la están incorporando a los tratamientos de los pacientes internados. Otras terapias alternativas contemporáneas son la Danzaterapia, la Musicoterapia y la Arteterapia, que ayudan a fortalecer en lo psicológico y en lo físico.
También hay terapias alternativas que se han desarrollado en años recientes y que utilizan equipos electrónicos como la Magnetoterapia y la Ozonoterapia, o se apoyan en la relación con animales como la Equinoterapia, Caninoterapia o Delfinoterapia.
Si ponemos atención, veremos que las terapias alternativas, de alguna manera propician el movimiento de toda nuestra energía y conectan nuestra parte sensible con la naturaleza, con la que establecimos relaciones vitales en nuestro origen y hemos ido perdiendo al paso del tiempo. Muchas de las terapias alternativas, nos regresan a ese estado liberador de todo lo superfluo, como el ambiente tecnológico, de competencia, de violencias y consumista que hemos construido en torno a la humanidad. Nos retornan a nuestro estado simple, y complejo a la vez, en el que el cuerpo puede encontrar y utilizar sus propios recursos para sentirse bien, la mente puede recomponerse y el espíritu alimentarse; en conjunto, nuestra esencia más profunda puede ser nuestra mejor medicina cuando se le estimula con alguna de las terapias alternativas que desde tiempos ancestrales nos han acompañado y que han evolucionado junto con nosotros.